Universidad Nacional Autónoma del
Valle de Sula
Nombre del alumno : Juan Carlos Padilla Rodriguez
N. de cuenta : 20042002430
Catedrático : Ing. Reinaldo Ochoa
Asignatura : Computación I
Sección : 19 : 00
Edificio : 5 ( aula 204 )
Trabajo : Blog sobre la
Ubicación de LOS PECH y LOS TAWAHKAS su situación y Problema Social.
Fecha de entrega : 28 de abril del 2014
Índice
2. Historia de LOS PECH.
3. Distribución
y ubicación.
4. Su Cultura, Religión,
Música.
5. Su Alimentación.
6. Su Ubicación
en el mapa.
9. Su Problema
Social.
11. Su
Necesidad de Empleo.
13. La Lengua
de LOS PECH no desaparecerá.
16. Historia de
LOS TAWAHKAS O SUMOS.
18. Su Idioma.
19. Su
Ubicación en Honduras.
22. Su
Vocabulario.
25. Su Cultura.
26. Su Educación
y La Pobreza en la que viven.
30. Su Problema
y Estratificación Social.
32. Su Población
diseminada en el territorio Hondureño.
36. La Lucha
del pueblo TAWAHKA.
Los Pech
Historia
Su origen data de
hace unos tres mil años cuando llegaron a Honduras a donde hoy es el
departamento de Colón, luego se extendieron a otras partes del territorio.
Los Pech se opusieron
a la conquista de sus tierras, lucharon para evitar ser privados de su
libertad. Los españoles les llamaron despectivamente como payas, término que
fue rechazado por los Pech ya que hace alusión a bárbaro, salvaje o
incivilizado.
Los españoles se
aventuraron a entrar en la Mosquitia en 1564, pero debido a su
férrea oposición decidieron que solo podrían conquistarlos utilizando la
religión católica.
Lehmann Stone y
Epstein piensan que los Pech habitaban las Islas de la Bahía
durante el siglo XVII junto a comerciantes mayas debido a que se encontraron
artefactos similares a los que se encontraron también en territorio Pech en
tierra firme y que algunos grupos Pech de tierra firme fueron a cristianizar a
los Pech de las Islas de la Bahía.
En el siglo XVIII los
piratas ingleses, franceses y holandeses se aliaron con los misquitos, a
quienes les dieron armas de fuego para obligar a indígenas como los Pech a
refugiarse en el interior de Honduras. Los Pech eran capturados por los
misquitos y vendidos como esclavos a comerciantes ingleses, debido a esto su
población disminuyó considerablemente en poco tiempo.
Luego de ser
expulsados de las costas por los colonizadores españoles, los Pech se
refugiaron en las zonas montañosas, cuentan sus ancianos que por cuatro siglos
se escondieron los Pech de los colonizadores y los zambos para evitar ser
vendidos como esclavos, debido a esto se convirtieron en un pueblo nómadade
esta forma mantuvieron su cultura tradicional.
Actualmente
participan en la política por medio de la Federación de Tribus Pech de Honduras
(FETRIPH), creada en 1985 para cuidar sus tierras y conservar su cultura.
La tormenta tropical
Gamma afectó sus tierras y cultivos se perdieron en el año 2005, debido a eso
durante algún tiempo subsistieron a base de plátano y yuca
debido a que no cuentan con un centro de almacenamiento de granos y han sido
olvidados por el gobierno. La cooperación española les ha construido unas 300
viviendas pequeñas de cemento y ladrillo pero nadie les proporcionó catres ni
camas para que durmieran cómodamente.
Distribucion
Su etnia está
distribuida en nueve Tribus (pueblos), distribuidos de la siguiente forma:
Departamento de Olancho
En el municipio Dulce
Nombre de Culmí
·
Agua Zarca,
·
Culuco,
·
Vallecito,
·
Pueblo Nuevo,
·
Subirana,
·
Jocomico,
·
Pisijire
En el Municipio de
San Esteban
·
Santa María del Carbón fundada
por el sacerdote Manuel de Jesús Subirana.
Departamento de Colón
·
Silin, en el Municipio de
Trujillo.
·
Moradel, en el Municipio de
Trujillo
Departamento de
Gracias a Dios:
·
Las Marías, en la Biosfera del
Río Plátano.
Cultura
Los Pech conservan su
idioma, su cultura su religión y su sistema económico, es conocido
sobre todo las personas de la tercera edad. Respetan la naturaleza ya que
dependen de su flora y fauna.
El valor de la mujer
Las mujeres Pech
participan activamente en la vida laboral, económica y religiosa, son
agricultoras, pescadoras, jefes tribales, curanderas y chamanes. Su importancia
en la sociedad está equiparada con el de los hombres, fue muy significativa
desde antes de la colonia, pero luego de la conquista la influencia colonial
motivó su desvalorización social.
Medicina Pech
Son conocedores de
una botánica naturista ancestral, los curanderos se encargan
de conservar y divulgar la medicina Pech basada en un conocimiento profundo de
la naturaleza, desarrollaron terapias para tratar la mordedura de la serpiente barba
amarilla y para muchas otras enfermedades, por lo que sus ancianos son muy
respetados y consultados.
Música
Sus ancianos
conservan muchas canciones con música y lengua Pech. Algunos
de sus instrumentos musicales autóctonos son la Tempuka, el Arwa y el Camachá.
Religión
Su pueblo es
descendiente de los nueve hermanos, los bisnietos del trueno, los héroes Pech
lucharon en contra del gigante Takaskró, que es el nombre en Pech del sisimite.
En el español de Honduras sisimite es un hombre alto y peludo que vive en las
montañas. Tiene una esposa que se llama YekaYeka, o sea Sipa (la chiquita) en
español. El watá venció al Wisinka, una serpiente grande que vivía en una
laguna grande o vertiente que molestó a chupar los niños Pech. Se han
encontrado petroglifos sobre el río plátano, por lo que Rafael Girard sugiere
que esta área fue un gran centro religioso. Esta zona de los Pech por el Río Plátano
está asociada con la Ciudad Blanca. Eran politeístas que creían en los
espíritus de la naturaleza como la Sirena (del río y del pescado), de la
montaña, del cerro, y de los árboles como el Ceibo y la caoba. Había muchas
reglas en relación del cuidado de la mujer con su menstruación o un bebé recién
nacida, con la cacería, las plantas medicinales,
la corte de madera para las casas, y la pesca. el oro también tiene dueño
espiritual.
Lengua
La lengua paya es
parte de la familia chibcha De hecho es una lengua fuertemente
divergente del resto de lenguas chibcha, razón por la cual se tardó en
reconocer como parte de esta familia, pero los trabajos actuales han probado de
forma concluyente el parentesco. Es interesante notar, que esta divergencia ha
podido deberse al aislamiento del resto de lenguas chibchas, que se hablan
desde el sur de Nicaragua hasta Colombia. Entre el resto de lenguas chibchas y
el paya se interponen las lenguas misumalpas que se considera una
familia de lenguas remotamente emparentadas con las lenguas chibchas y
las lenguas lenca
Alimentación
Desarrollaron
la agricultura y la ganadería, se alimentan de
carne de animales domésticos, vegetales, cultivan yuca, frijoles y maíz. Han
desarrollado comidas a base de arroz, frijoles, también bebidas alimenticias y
embriagantes.
Relación con el medio
ambiente
Las sociedades Pech
tienen una dependencia vital del bosque, debido a ello guardan un profundo
respeto por la flora y la fauna, han desarrollado normas para
regular la correcta utilización de los bosques y animales, manteniendo un
equilibrio con el ecosistema.
La plantas del bosque
tropical húmedo son utilizadas para alimentación, como medicinas y para
rituales religiosos. Además cazan para sobrevivir, aunque han desarrollado la
ganadería para no tener que salir a cazar, domesticando venados, cerdos entre
otros.
La comunidad de Santa
María del Carbón desarrolla un manejo del bosque comunitario, de forma que sus
comunidades conocen las maderas que pueden utilizar para obtener nuevas fuentes
de ingresos, siempre respetando la naturaleza y evitando la explotación del
bosque, dándole un aprovechamiento sostenible al bosque. Utilizan la madera
para construcción en sus poblados o para venderla, así obtener mayores
beneficios económicos y ahorro de dinero por parte de la comunidad.
Arquitectura
Sus viviendas
tradicionalmente son chozas de paja, más recientemente casas
de madera, también han recibido donaciones de más de 300 casas de piedra por
parte de la cooperación española. Recientemente ha progresado la letrinización
y tienen acceso a agua potable.
su problema social
SANTA MARÍA DEL CARBÓN, OLANCHO,
HONDURAS
Están escondidos
entre valles y montañas. Por sus tierras pasean libremente el abandono y la
miseria.
La precariedad los
persigue. Los ha encontrado para quedarse con ellos para siempre. La imagen del
hambre está presente en el rostro de decenas de hombres, mujeres, niños y
ancianos.
La escasez de alimentos
parece ser más cruda entre las etnias del país. Basta con volver la mirada a
una de la más ancestral comunidad hondureña: los Pech.
En la comunidad de
Santa María del Carbón, ubicada en el municipio de San Esteban, Olancho, la
falta de granos básicos para la subsistencia de las familias indígenas es un
problema permanente.
EL HERALDO se internó
en esta comunidad y vivió junto a estos indígenas las necesidades que padecen y
las penurias que día a día deben enfrentar ante la apatía y el olvido
gubernamental.
Y es que durante los
últimos tres años, la necesidad de alimentos se ha agudizado como consecuencia
de las secuelas que dejó a su paso la tormenta tropical Gamma, ocurrida en
noviembre de 2005.
El fenómeno natural
arrasó con los cultivos y las tierras más fértiles con que contaban los
habitantes de la comunidad, después del embate de la naturaleza ya nada serían
igual. El hambre los ronda y amenaza con acabar con ellos.
Alimentación
Susana Hernández, de
60 años, describe a la perfección las necesidades de las familias de la tribu,
pues aseguró que durante los últimos meses en las casas solo se cocinan
plátanos verdes y, en el mejor de los casos, yuca.
“En los días buenos
se come arroz y mantequilla, pero solo es cuando los hijos encuentran trabajo
en las haciendas de acá cerca, que son de ladinos”, explica la anciana.
Los plátanos que
cocina en su gastado fogón irán acompañados con un puño de sal para ser
devorados por los ocho miembros de la familia. La jarra de café no podrá
faltar.
El plato se repetirá de
manera salteada en el hogar de la indígena, hasta que llegue la producción de
maíz y frijoles que dejará el invierno, cosecha que tienen sembradas las
esperanzas de que este año sea mejor.
“En aquel entonces el
huracán nos llevó todo lo bueno de las tierras, se llevó la cosecha que
teníamos ese año”, recordó la anciana, al tiempo que lamentó que desde esa
ocasión la crisis alimentaria se agudizó.
Hacinamiento
La etnia Pech ocupa
el séptimo lugar -en cuanto a número de habitantes- entre los grupos indígenas
hondureños. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), para el más
reciente censo poblacional eran alrededor de 3,800 los que se registraban a
nivel nacional, siendo el 86 por ciento el que se radicaba en el departamento
de Olancho.
Solo en la comunidad
de Santa María del Carbón se estima que hay un número de 2,800 personas,
distribuidas en unas 300 viviendas, las que están divididas en 12 barrios.
Las familias pecho,
por ser numerosas, viven en hacinamiento, tal y como ocurre en el hogar de Hernández,
donde no se ven sillas o una mesa para que la familia pueda sentarse a comer.
Los niños y adultos,
a la hora de descansar, duermen sobre el frío suelo de cemento, pues producto
de la cooperación internacional las familias de la aldea abandonaron sus
antiguas viviendas de bahareque, piso de tierra y techo de paja y se
trasladaron a habitaciones de bloque y techo de cinc, mismas que fueron
construidas gracias a apoyo externo.
Sin embargo, las
viviendas son de espacios reducidos: 25 metros cuadrados es el área que abarca
la casa de Susana, la misma medida que poseen las 226 casas que se logró
edificar con el apoyo de una institución española.
El espacio donde
están la cocina, el dormitorio y la sala, donde reside un promedio de seis
personas como mínimo, deja al descubierto las pocas pertenencias de la familia.
El fogón es la pieza
que abarca el espacio más grande de la casa y está cerca de la mesa donde se
guardan viejos sartenes. La hamaca donde duerme Ever Hernández, de siete meses,
el más pequeño del hogar, está a pocos centímetros del fogón y el área restante
sirve de dormitorio.
Necesidad de empleo
Severiano Ernesto
Mendoza, vicepresidente de la tribu pecho, va más allá de describir las
necesidades de alimentos, pues para él lo más preocupante es la falta de empleo
en los alrededores.
“Aquí necesitamos
empleo para lograr salir de la pobreza en que vivimos, nosotros somos hombres y
mujeres que nos gusta trabajar y por ello le solicitamos a las autoridades del
gobierno que nos apoyen a formar microempresas”, manifestó Mendoza.
En la comunidad las
únicas fuentes de empleo son las haciendas cercanas, donde se emplea a unos
cuantos indígenas para el cuidado del ganado y siembra de algunas parcelas.
De ahí que las
estadísticas oficiales revelen que cerca del 65 por ciento de la población Pech
se dedica a labores como la agricultura y la ganadería. El ingreso mensual de
una familia es de un máximo de mil lempiras, si logra vender alguna cosecha de
plátano o cacao.
El refugio de los Pech
El territorio en que
habitan los Pech es desigual y con una basta variedad de plantas.
Es cruzado por varias
serranías que forman parte de la sierra de Agalta, con orientación de suroeste
a noreste, entre el departamento de Olancho y Colón.
La aldea de Santa
María del Carbón fue fundada en 1864 por iniciativa del sacerdote misionero don
Manuel de Jesús Subirana. El clima de la comunidad es inestable, la temperatura
anual es de 26 grados, bajando por las noches hasta 18 grados.
En los meses de
diciembre, enero y febrero, la temperatura puede alcanzar los 15 grados y los
36 grados en marzo y abril. La economía Pech es del tipo de economía productora
de valores de uso, es decir, dirigida al auto subsistencia local.
Los indígenas Pech
también han sido llamados payas, poyers y pahayas, denominaciones que son
rechazadas por los miembros de esta etnia por hacer alusión a bárbaro, salvaje,
incivilizado (así eran nombrados por los conquistadores españoles).
La palabra Pech
significa “gente”, término que es usado para referirse solamente a ellos; para
el resto de la población utilizan los términos “Pech akpua” (la otra gente) o
“bulá”, que quiere decir ladino.
las drogas y el alcohol acechan a los pech
SANTA MARÍA DEL CARBÓN, OLANCHO,
HONDURAS
La tranquilidad que
hasta hace unos años reinaba en el interior de la comunidad Pech, Santa María
del Carbón, es tan solo un recuerdo. El tráfico y consumo de drogas en la zona
es cada vez más común.
La venta clandestina
que al llegar la noche provoca la euforia de los consumidores, quienes hacen
disparos al aire, obliga a los indígenas a permanecer encerrados en sus
viviendas desde las primeras horas de la noche.
"Esto se ha
vuelto una preocupación para nosotros ya que no queremos que nuestra juventud
esté involucrada en delitos de narcotráfico, pues siempre hemos vivido pobres
pero en paz", dijo Severiano Ernesto Mendoza, vicepresidente de la tribu
Pech.
Muertes
La circulación de droga
en la comunidad ha permitido que varios jóvenes sean consumidores asiduos,
situación que ha dejado como resultado la muerte de dos indígenas. El problema
es difícil de atacar por sí solo, por lo que solicitan de la presencia de la
Policía Preventiva de forma permanente. "Nosotros le suplicamos al
presidente de la República que nos construya una posta policial, pues por
nuestra propia cuenta es difícil", expresó Mendoza.
Y es que en la
actualidad la aldea es custodiada por elementos del ejército, para quienes su
misión más importante es la protección del bosque, con el fin de frenar la tala
indiscriminada que se ha producido en los alrededores de la comunidad Pech.
Alcohol
La proliferación de
cantinas es otra de las preocupaciones de los indígenas, ya que pese a que
existe una prohibición de venta de bebidas alcohólicas que abarca a todo el
municipio, la medida no es acatada en la comunidad.
Son 11 cantinas las
que funcionan en la aldea Pech, es decir que hay una cantina por cada barrio,
pues son 12 barrios los que existen en la comunidad, con un total de 300 casas.
Los expendios han
sido denunciados ante las autoridades, pero al parecer cuentan con la
protección de políticos que impiden el cierre de los bares. Los lugares en su
mayoría son de propietarios ladinos.
Según los líderes de
la comunidad, lo más preocupante es que en las cantinas se les vende bebidas hasta
a los menores de edad. En los lugares se consume desde chicha -bebida preparada
con yuca o maíz fermentado- hasta productos envasados que son llevados de
municipios cercanos. "Nosotros queremos que a través de EL HERALDO se den
a conocer estos problemas, para que se divulguen a nivel nacional y tal vez de
esta manera sean escuchadas nuestras voces", concluyó el representante de
la tribu.
Acciones
Pablo Córdova,
presidente del consejo de protección de la niñez, manifestó que a través de los
líderes de cada barrio de la aldea Pech se han realizado actividades de
prevención con los jóvenes.
Las acciones van
encaminadas a concienciar a los niños y jóvenes sobre las consecuencias de
ingerir bebidas, así como drogas.
La lengua de
los Pech no desaparecerá…
JUTICALPA,
HONDURAS
Niños de 14
comunidades indígenas Pech, del departamento de Olancho, están siendo
protagonistas del rescate y valorización de su lengua materna, el Pech. Este
logro es obtenido con la implementación del programa educativo Educación Intercultural
Bilingüe, en el que los escolares aprenden a leer y escribir en español y Pech.
Los pilares de esta
educación bilingüe son 17 maestros originarios de las tribus Pech, que tras
graduarse como maestros el pasado año 2008 en la Escuela Normal Mixta de
Olancho (ENMO) ahora imparten clases a niños de su misma etnia.
El director
departamental de Educación en Olancho, José Ramón Caballero, explicó que debido
a del éxito del proyecto se analiza implementarlo como programa piloto en otros
sectores del país con el apoyo de las autoridades de Educación y del gobierno
central. "Logramos que los textos de las asignaturas de Español y
Matemáticas vengan escritos en Pech, esto con el objetivo fundamental de
rescatar esa lengua indígena, porque muchos nativos de la etnia ya no la
hablan", dijo Caballero.
"Entonces,
queremos que los niños sigan cultivando su lengua materna, para eso ha sido
necesario sustituir a los maestros ladinos por los de la propia tribu Pech,
esto es muy valioso", afirmó el director departamental de Olancho.
"Fíjese que los
jóvenes Pech estudian con fondos propios y con ayuda del Programa Nacional de
Educación Autóctona (Pronea) que impulsa la Secretaría de Educación. La
estructura la conforman un representante de cada etnia del país", apuntó el
funcionario.
Además, se ha
capacitado a los maestros en el uso de los textos Pech, esto con el propósito
de conservar la etnia Pech que ha dado una historia muy valiosa, agregó.
Tenemos dos centros
básicos en las comunidades de Santa María del Carbón, San Esteban, Nueva
Subirana y Dulce Nombre de Culmí, donde se imparten clases hasta el noveno
grado, recalcó caballero.
"Esta labor no
sería posible sin el trabajo mancomunado que las autoridades educativas
realizan con los 14 caciques de las tribus, quienes vinieron con el presidente
de la Federación de Tribus Indígenas Pech de Honduras (Fetriph), y les
otorgaron las plazas para los docentes, se abrieron los centros básicos y se
ampliaron las plazas para docentes en las escuelas con el propósito de preservar
esa lengua", sostuvo caballero.
Leishmaniosis y dengue, la
amenaza latente de los Pech
SANTA MARÍA DE CARBÓN, OLANCHO,
HONDURAS
La picadura de la
chinche picuda, que por años amenazó la salud de los indígenas Pech es parte
del pasado.
La nueva amenaza es
la Leishmaniosis, enfermedad infecciosa provocada por un parásito denominado
leishmania. Su fuente de infección son los animales como perros y diversos
mamíferos salvajes.
Su forma de contagio
es a través de la picadura de una mosca que haya picado a un mamífero
infectado.
El padecimiento que
se ha logrado detectar en 10 personas de la comunidad este año, la misma que se
le ha diagnosticado a 20 pacientes, el año anterior.
Otra de las
principales amenazas sanitarias es la presencia del zancudo Aedes aegypti,
mosquito transmisor del dengue, debido a que en el 2007 se desató una epidemia
en la comunidad, en donde la mayoría de las familias presentó dengue clásico.
Preocupación
Severiano Ernesto
Mendoza, vicepresidente de la tribu Pech, explicó que en la actualidad lo que
necesitan es la colaboración de las autoridades para realizar drenajes de la
quebrada El Carbón, debido a que producto del estancamiento del agua se
proliferan las moscas y zancudos en la zona.
Otra de las obras que
solicitan es el embaulamiento del cauce de la quebrada, ya que circula por el
centro de la mayoría de los barrios de la comunidad indígena.
En la actualidad, la
mayoría de los pobladores acude a consultas médicas al único centro de salud
con que se cuenta en la comunidad.
El centro asistencial padece las mismas precariedades que enfrentan la mayoría de las unidades básicas que se ubican en el interior del país.
El centro asistencial padece las mismas precariedades que enfrentan la mayoría de las unidades básicas que se ubican en el interior del país.
La falta de
medicamentos y de personal son las constantes, así mismo, la falta de equipo
médico asistencial que permita mejorar la calidad de los servicios.
Remedios
Ante la problemática
para acceder a los servicios de salud, los indígenas Pech han tenido que
recurrir a remedios caseros para aliviar sus males.
Uno de los ritos que
aún está presente es la ceremonia en honor a un paciente que ha sufrido una
mordedura de serpiente.
En ese momento los
vecinos se reúnen y preparan un platillo especial para acompañar al afectado.
Asimismo se prepara una planta a la que solo la tribu conoce, con la cual se
evita que el enfermo fallezca.
El alimento que todos
comerán es preparado por las mujeres. “Se trata de carne asada, a la que se le
agrega culantro y mucho chile picante”, explicó Bernardina Martínez, una de las
vecinas. Las personas que acompañan al paciente no tienen la autorización de
salir al campo ese día, pues de lo contrario el paciente sufrirá otra mordida
de serpiente.
“El cacique prohíbe
la salida, pues de esta forma la víctima nunca más volverá a sufrir una
mordedura”, dijo Martínez. Hasta la fecha, la Secretaría de Salud no ha
comunicado alguna acción concreta que se pretenda realizar en favor de la
comunidad Pech que lo único que claman es no caer en el olvido.
LOS TAWAHKAS O SUMOS
Los Tawahkas son
un grupo indígena que cultural y lingüísticamente pertenecen
al grupo étnico de los Misumalpas (Misquito, Sumo, Matagalpa) de origen Macro
Chibcha que llegaron a estas tierras procedentes de América del Sur
Los
Tawahkas fueron uno de los grupos indígenas más grandes que habitaron
Centroamérica durante el periodo Colonial, no obstante en la actualidad
constituyen un pequeño grupo formado por aproximadamente 1,500 personas.
El pueblo Tawahka de Honduras es
uno de los grupos indígenas más grandes que habitaban Centroamérica durante el
periodo Colonial. Su numerosa población se extendía desde el Rio Patuca en
Honduras a lo largo de la Sierra Central de Nicaragua hasta el Rio Rama.
Durante la Conquista, los
Tawahkas fueron llamados Taguacas por los españoles, quienes les temían y los
consideraban personas indomables y agresivas que los atacaban a ellos, a
los Lencas y a los Misioneros.
También
son llamados popularmente Sumos, sin embargo este término es rechazado por los
Tawahkas, ya que la palabra Sumo en lengua Misquita hace referencia a una
situación de inferioridad.
A pesar
de ser descritos como seres agresivos por los Españoles, los Tawahkas son
personas sumisas que durante años han soportado la injerencia e influencia de
los Misquitos, llegando al extremo de tener que adaptarse a gran parte de las
costumbres Misquitas, pero se han mantenido en la lucha por mantener viva su
propia cultura.
El
principal medio de subsistencia del pueblo Tawahka es la agricultura, también
se dedican a la pesca, la caza, la elaboración de artesanías, la cría de ganado
y a la construcción y venta de pipantes (especie de canoa) para navegar.
Ubicación Geográfica del Pueblo Tawahka
Antiguamente, el pueblo
Tawahka de Honduras estaba organizado en 10 tribus llamadas Bawinka, Boah, Ki,
Kukra, Panamako, Prinzu, Islam, Tawahka, Ulwa y Yusku, ubicadas en las
cercanías del Rio Patuca y Wampú en el departamento de Gracias a Dios hasta
el Rio Punta Gorda en Nicaragua.
Actualmente,
el pueblo Tawahka habita en la región denominada como El Patuca Medio, una
extensa región de 233,00 hectáreas de bosque tropical lluvioso, declarada área
protegida con el nombre de Reserva de la Biósfera Tawahka Asangni (RBTA) el 20
de Octubre de 1999 bajo decreto No. 157-99 del Congreso Nacional de Honduras.
La Biosfera Tawahka Asangni
está ubicada entre los Departamentos de Olancho Colón y Gracias a
Dios y está dividida en 7 comunidades:
·
Parawasito
·
Kosmako
·
Yapuwas
·
Parawas
·
Kamakasna
·
Krautara
·
Krausirpi
Comunidades
Tawahkas
Las
comunidades Tawahkas son pequeñas y carecen de los servicios básicos. Las
actividades de sus habitantes están centradas en la familia y todos los
miembros participan activamente en la producción económica familiar.
De las 7
comunidades Tawahkas, las más grandes son Krautara y Krausirpi. Sin embargo,
Krausirpi es la principal aldea Tawahka y posee la mayor cantidad de
habitantes.
La
comunidad de Krausirpi, está ubicada en la margen derecha del Rio Patuca, en la
desembocadura del Rio Wampú, fue fundada en 1938 por el último Cacique Tawahka
llamado Claudio Cardona.
En el año 1948, la
comunidad Tawahka más habitada era Yapuwas, sin embargo ésta fue desolada por
una peste que la azotó. La peste y la presión a la fueron sometidos los
Tawahkas por las autoridades del departamento de Olancho para
que abandonaran el pueblo fueron las causas principales de la drástica
reducción de la población Tawahka de Honduras.
Krausirpi,
es una comunidad Tawahka que comenzó su crecimiento poblacional con la llegada
de 3 familias procedentes de Yapuwas, de donde salieron huyendo por la peste,
la que se dice era tan mortal que a diario mataba entre 3 y 4 personas y solo
se salvaban de morir aquellos que abandonaran el lugar.
La
dominación Española y la agresividad de Los Misquitos obligaron a los Tawahkas
a abandonar sus comunidades y establecerse en la región central del
Departamento de Gracias a Dios.
Idioma Tawahka de Honduras
El
Tawahka, llamada por ellos “Twanka” es la lengua materna de grupo indígena
Tawahka. La lengua Tawahka posee una estructura morfológica y sintáctica muy
similar a la lengua Misquita, pero con menos léxico en común. Ambas lenguas
pertenecen al grupo lingüístico Macro Chibcha de la región Sudamericana.
Debido a la gran
similaridad de estos dos idiomas indígenas, Los indígenas Tawahkas
han adoptado también el idioma Misquito, esto los convierte en el único pueblo
indígena trilingüe de Honduras ya que hablan el Tawahka, el Misquito y el
español.
Ejemplo
de palabras o conceptos hídricos en Idioma Tawahka
·
Alwana =
trueno
·
Dingwi =
empapar, se hunde
·
Ma sait yak = lado del sol
·
Lakun =
Laguna
·
Sinin =
bañar
·
Suhnin =
mojar, lavar
·
Sulang =
cántaro
·
Ulupdi =
enjuagarse
·
Was kanin
= bañarse
·
Wasbin =
crique
·
Waslana =
pozo de agua
·
Was =
agua, río
·
Wilnin =
exprimir
·
yaunin =
lavar
Organización Social y Religión del Pueblo Tawahka de
Honduras
El pueblo
Tawahka es dirigido por un Consejero de Ancianos, personaje que es muy
respetada por todos por ser su máxima autoridad. Legalmente son representados
por La Federación Indígena Tawahka de Honduras (FITH) fundada en Septiembre de
1987 y por La Unidad Técnica Asang Launa, fundada en 1994.
El pueblo Tawahka profesa
principalmente la Religión Católica, pero con un alto grado de sincretismo con
su religión nativa.
Su
sistema de culto está basado en las creencias chamanísticas, depositan su fe en
los “Sukias” que son hombres o mujeres elegidos por los espíritus para ser los
mensajeros del bien y del mal.
Para
llegar a ser un Sukia la persona debe superar duras pruebas o sufrimientos,
como ser graves enfermedades o soportar la descarga eléctrica de un rayo. Los
sobrevivientes son considerados poderosos y aptos para ser un Sukia.
Pueblo Tawahka de Honduras en la Actualidad
Los Tawahkas, actualmente
habitan en las riberas del Rio Patuca, en La Mosquitia Hondureña
como se le conoce al Departamento de Gracias a Dios, parte de Olancho y la
Costa Atlántica de la hermana República de Nicaragua.
El Rio
Patuca es su única vía de comunicación y fuente de abastecimiento para
desarrollar sus actividades domésticas, agrícolas y pesca.
A la Región habitada por
Los Tawahkas se le conoce como Patuca Medio, en la Biosfera Tawahka Asangni,
que está situada entre los departamentos de Gracias a Dios, Colón y
Olancho y forma parte de la sección hondureña del Corredor Biológico y Cultural
Mesoamericano, la segunda reserva de bosque más grande del continente.
La Biosfera
Tawahka Asangni es una zona de 233,000 hectáreas de bosque tropical
lluvioso, declarada zona protegida el 21 de Diciembre de 1999, por el Congreso
Nacional de Honduras, bajo decreto No. 157-99.
La
Biosfera Tawahka Asangni, a pesar de colindar con la Reserva de La Biósfera del
Rio Plátano no posee el apoyo legal de la misma, sin embargo desde 1990 se
están llevando a cabo estudios para proponerla como nueva Reserva Forestal
protegida.
Los
Tawahkas o sumos, como también se les denomina son uno de los pueblos indígenas
que habitan en las riberas del río Patuca, en el departamento de Gracias a Dios
y parte del departamento de Olancho en Honduras y en la Costa Atlántica de
Nicaragua. La región que comprende el departamento de Gracias a Dios se
conoce como La Mosquitia. Aquí nos referimos a los Tawahkas ubicados en
Honduras. Tierra adentro de las Costa de la Mosquitia viven los
Tawahkas. La mayoría de ellos reside en la aldea de Krausipe, ubicada en
la margen derecha del Patuca (viniendo río arriba desde wampusirpe) y en la
desembocadura del río wampu. La única vía de comunicación de esta
comunidad es el río Patuca. Los Tawahkas habitan esta región desde el
siglo XVII. Aproximadamente.
“los
Sumos eran uno de los grupos indígenas más extensos de Centroamérica durante el
periodo colonial. Se extendían hacia el sur desde el río Patuca en
Honduras, a través de la Sierra Central de Nicaragua, hasta el río Rama.
Hacia el oeste se extendía dentro del sur de Honduras y en Nicaragua colindaban
con los Matagalpa y con el lagua de Nicaragua”. Durante la época
colonial, se vieron obligados a replegarse hacia el interior del país, ante la
belicosidad e intransigencia de los misquitos o zambos; así fue como se
establecieron en la región actual.
Los
Tawahkas de Honduras constituyen un grupo pequeño. Histórico y
culturalmente son una etnia que han soportado la influencia misquita, si bien
han adoptado muchos de sus patrones culturales aún conservan elementos de su
propia cultura que los hace distinguirse como pueblo indígena.
Se ubica
geográficamente en la región conocida como el Patuca Medio, en la Biosfera
Tawahka Asangni, que comprende 233.000 hectáreas de bosque tropical lluvioso,
que fue declarada oficialmente como zona protegida por el Congreso Nacional en
diciembre de 1999, formando parte de la sección hondureña del Corredor
Biológico y Cultural Mesoamericano, la segunda reserva de bosque más grande del
continente, ubicada entre los departamentos de Olancho, Colón y Gracias a Dios,
cuya población aproximada es de 1,500 miembros, se distribuye en siete
comunidades: Parawasito, Kosmako, Yapuwas, Parawas, Kamakasana, Krautara y
Krausirpe.
El
Pueblo Tawahka, cultural y lingüísticamente, es un subgrupo perteneciente a los
MISUMALPAS (Miskitu, Sumo, Matagalpa) de origen Macro chibcha, quienes en el
pasado provinieron del sur del continente.
Actualmente
se puede considerar que los Tawahka son el pueblo que por su ubicación se
encuentran más alejados y de más difícil acceso desde la capital de la
República, pues, su hábitat funcional se ve rodeado de bosque tropical
lluvioso, lo que imposibilita contar con una infraestructura carretera que lo
comunique fácilmente con el resto del país.
Biosfera
Tawahka Asangni (BTA)
Localizada
en el corazón del Corredor Biológico Mesoamericano, entre los departamentos de
Olancho y Gracias a Dios, con decreto de creación No 157-99, con una extensión
de 233,142 hectáreas, en donde se localizan las comunidades Tawahkas y varias
localidades no indígenas que están caracterizadas como asentamientos de
colonizadores agrícolas, que tienen hasta la fecha una área depredada que se
estima en 36,174 hectáreas que representa el 15% de la Biosfera, destinada en
67% aproximadamente en pastos para ganado mayor y para cultivo de granos
básicos.
Específicamente
la BTA está ubicada entre los municipios de Dulce Nombre de Culmi, Dpto. de
Olancho y Wampusirpi, en el Dpto. de Gracias A Dios, por lo que en sus
colindancias se registran comunidades Misquitas y Mestizas, estas últimas
conformadas recientemente por corrientes migratorias que están entrando a la
zona en busca de tierras “libres” o de bajo costo para el desarrollo de
actividades agrícolas y ganaderas, en la mayoría de los casos estas familias
las encabezan personas que están huyendo de la justicia hondureña por delitos
cometidos, por lo que la biosfera les sirve de escondite representando para las
comunidades Tawahkas y misquitas un peligro inminente a su seguridad física.
Se puede acceder a su territorio únicamente por dos vías:
a.- Fluvial. Por el sur, desde el sitio de Puncaya,
Nueva Palestina, municipio de Froilán Turcios, departamento de Olancho y por el
norte desde la desembocadura del Río Patuca, en el departamento de Gracias a Dios,
para lo cual se deben ocupar de tres a cuatro días de trayecto en embarcación
con motor fuera de borda.
b.- Aérea.
Desde Wampusirpe, Gracias a Dios, hasta donde se puede llegar desde las
comunidades Tawahka por vía fluvial tras cuatro a seis horas río abajo
aproximadamente en embarcación con motor fuera de borda.
Es el
único de los 9 Pueblos Indígenas y Negros que tiene la característica de ser
prácticamente trilingüe, pues sus miembros hablan Tawahka, Miskitu y español,
(algunos ancianos hablan además el Pech)
Su
universo cultural se fundamenta en la solidaridad entre sus miembros, estrecha
relación y equilibrio con la naturaleza; por lo cual se les considera como uno
de los Pueblos Indígenas de América capaz de conocer el uso del 75% de las
plantas de su entorno natural.
Su
territorio los últimos años ha sido amenazado por el segmento poblacional no
indígena (colonos) quienes están ingresando a su territorio generalmente por la
zona de Olancho y la frontera de Nicaragua, ejerciendo prácticas de agricultura
migratoria y ganadería extensiva; causando severos daños al medio ambiente de
la zona, a este proceso se le conoce como fronteras de colonización.
Una
de sus actividades productivas principales son: la agricultura de subsistencia,
basada en el cultivo de yuca y otros tubérculos, plátanos (10 especies), maíz,
fríjol, arroz y cacao; pesca, caza, elaboración de productos artesanales,
construcción de cayucos, cría de ganado (vacuno y porcino) en menor escala.
Aunque
no existen hasta la fecha recientes estudios económicos, se estima que una
familia tawahka promedio no alcanza a percibir el 30% del salario mínimo
nacional.
Sus
comunidades carecen de los servicios básicos y cuentan tan sólo con un
Centro de Salud en el que, sin embargo, faltan los más elementales recursos y
que es atendido intermitentemente por una enfermera y por médicos de las
brigadas voluntarias cubanas, los padecimiento más comunes y mayores causantes
de enfermedades y mortalidad son la malaria, las diarreas y las infecciones
respiratorias y de la piel.
El
aislamiento en que se encuentran de alguna forma ha favorecido la preservación
de su cultura, sus saberes, tradiciones, cosmovisión y lengua; vale señalar que
con la cooperación española, el Instituto Hondureño de Antropología e Historia
y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, se realizó un esfuerzo
orientado a formar a más de una docena de jóvenes hombres y mujeres tawahka que
garantizaran la preservación de este patrimonio cultural intangible y
lingüístico a través del Proyecto de Educación Bilingüe e Intercultural Tawahka
–PEBIT-, no obstante aún no se cumple el Convenio celebrado entre estos y la
Secretaría de Educación, relacionado con la ampliación de plazas de maestros
para cubrir la necesidad de las escuelas de las comunidades, lo que
posibilitaría el mejoramiento académico de niños y jóvenes.
Organizativamente,
en lo social, los Tawahka son dirigidos por un Consejo de Ancianos,
considerados autoridad máxima, y por la Federación Indígena Tawahka de Honduras
–FITH- quien tiene la representación política. Cuentan además, con una Unidad
técnica denominada ASANG LAUNA, quienes se encargan de gestionar y encausar el
futuro de este Pueblo Indígena milenario, para mejorar las condiciones de
pobreza extrema, y que se enfrenta al reto de mejorar sus condiciones de vida,
de aprovechar y manejar adecuadamente las riquezas que les ofrece su entorno
ecológico y de conservarse como pueblo lingüística y culturalmente
diferenciado. Aunque reducidos a pequeños poblados, conservan su lengua,
su cultura, y una posición estratégica en uno de los bosques tropicales más
importantes de Centroamérica, del que han sido sus habitantes originarios.
Krausirpe
y Krautara son las aldeas Tawahkas más grandes localizadas sobre los márgenes
del rio Patuca. Aunque los Tawahkas habitan esta zona desde hace ya
varios siglos, Krausirpi, la principal aldea Tawahka, fue fundada en 1938 por
el ultimo cacique Tawahka (Claudio Cardona) hasta 1948, el principal
asentamiento Tawahka era Yapuwas, caserío que abandonaron debido a una peste
que azoto y diezmo la población sumando las presiones ejercidas por las
autoridades del departamento de Olancho. Se cree que el éxodo de los
Tawahkas radicados actualmente en Krausirpi lo iniciaron en forma paulatina,
tres familias.
La peste
que azoto yapuwas, según los relatos Tawahkas era un extraño mal que mataba de
tres a cuatro nativos diariamente, salvándose aquellas personas que abandonaron
el lugar.
Los
Tawahkas tienen una particularidad que consiste en ayudarse mutuamente tanto en
la siembra como en la cosecha, también en la construcción de sus viviendas
donde utilizan la madera rustica, el bambú hendido en las paredes y el piso y
en el techo riegan hojas sueltas, las casas se levantan sobre polines de dos a
tres pies de alto, generalmente la vivienda no tiene división interna.
En
algunos casos, sobre todo durante la época seca, se construyen pequeñas cocinas
o se improvisan fogones en el patio. En muchos casos, las construcciones
son de madera rolliza amarrada con bejucos.
La
distribución de las casas se hace sin seguir los requerimientos aconsejables,
por lo que los poblados se presentan desordenados.
Cada
quien construye su casa en el lugar que le parece. La iglesia y la escuela
sobresalen por ubicarse en lugares estratégicos de las aldeas. Su vida
cotidiana está vinculada con la tierra y su principal actividad económica está
en la agricultura, siembra ayote, caña de azúcar, frijoles y maíz. Otra
actividad que practican los Tawahkas es el trueque por productos como madera,
cacao, animales, (pueden ser cerdos, gallinas entre otros). Esta etnia
también ha cambiado drásticamente sus costumbres al emigrar de las montañas a
la ciudad y van perdiendo sus tradiciones
Vocabulario
Grupo humano: Tawahkas o Sumos
Región: wampusipe, Krausipe, Krautara, Yapuhuas.
Rio Patuca, Mosquitia Honduras, Gracias a Dios.
SUMO
|
ESPAÑOL
|
Múij
|
Gente
|
Hualabis
|
Muchacho
|
Huirrá
|
Hermano
|
Paraste
|
Adios
|
Ca
|
Caminar
|
Dacanin
|
Oír
|
Sap
|
Frente
|
Bile
|
Faja
|
Tab
|
Oreja
|
Sup
|
Jabón
|
Bascús
|
Peine
|
Bisin
|
Tasa
|
Sácara
|
Gallina
|
Pusi
|
Gato
|
Alcum
|
Pato
|
Maoaj
|
Tigre
|
Ulu
|
Oropéndola
|
Suul
|
Perro
|
Bil
|
Víbora
|
Turuj
|
Vaca
|
Úu
|
Casa
|
Pann
|
Árbol
|
ahuas
|
Ocote
|
Huann
|
Ceniza
|
Qui
|
Hacha
|
Am
|
Maíz
|
A’rracbis
|
Escopeta
|
Duttnin
|
Tener
|
suttnin
|
Saltar
|
Salud
La situación de la salud es crítica. Esto puede ser otra de las causas por las cuales este grupo cada vez es más reducido. Las difíciles condiciones de vida que caracterizan la región hacen casi imposible que médicos y personal especializado se establezcan en la zona. Entre las enfermedades que más afectan a las comunidades se encuentran diarreas, malaria, gripe rasquiña, angina, estreptocócica, fiebres reumáticas, anemia y desnutrición.
En tiempos de la guerra contra-sandinista (la mayor parte de la década
de los años 80) en Wampusirpe se instaló un campamento de asistencia medica de
la Cruz Roja para los refugiados, ubicados en asentamientos a lo largo del rio
Patuca. Además, recibían atención médica de brigadas de la Iglesia
Morava, que tenía la sede en Pimienta.
Con la finalización de la guerra y el retorno de los refugiados a
Nicaragua, estas atenciones terminaron al retirarse los organismos
internacionales.
Los tratamientos médicos los hace la misma gente en base a medicina
tradicional. Los casos graves son atendidos por curanderos, quienes
conocen bien la medicina natural. Además, muchos pobladores recurren a
los llamados zukias (brujos y brujas), quienes recetan brebajes extraídos de
hierbas o raíces; solo cuando los casos se complican es que la gente transporta
los enfermos a Wampusirpe en busca de los servicios médicos de la enfermera
local, quien se queja de que la gente acude cuando las dolencias se encuentran
en estado avanzado.
En las comunidades tawahkas, ningún organismo trabaja en el sector
salud. Tampoco existen centros médicos que atiendan las necesidades de
las comunidades. En Wanpusirpe solo existe el local que dejo la Cruz
Roja, sin médico y sin los implementos y medicamentos necesarios.
Los datos que recabamos en este estudio nos dan indicios alarmantes, ya
que el promedio de vida está entre 38 años para los hombres y 43 para las
mujeres. Dé cada 5 niños que nacen, tres mueren antes de cumplir los
siete años y la mayoría muere de enfermedades fáciles de prevenir, si se
observan las normas mínimas de higiene. La desnutrición es alta, llegando
al alarmante porcentaje del 92%. Se atribuye, principalmente, a la mala
alimentación y a las duras condiciones de vida en la región. Además de lo
anterior, son muchas las mujeres que mueren de parto
Cultura y Tradición
Los Tawahkas muestran un alto grado de penetración cultural
misquita. Durante el siglo XIX estuvieron a punto de extinguirse debido
al reducido número de mujeres Tawahkas por razones aún no determinadas y a que
sus varones no deseaban unirse con las mujeres misquitas. Ocurre lo
contrario con los misquitos quienes sin problema alguno deciden juntarse con
las Tawahkas.
Una muestra de influencia misquita es una de las bebidas más tomadas por
los Tawahkas; el guabul, bebida elaborada de puré de plátano maduro disuelto en
agua o leche y puesto a hervir. Además de estas elaboran vinos de varias
especies de palmas y de caña de azúcar; del arroz y del maíz preparan bebidas
embriagantes como la chicha. De la palma llamada supa consumen el fruto
cocido y el tronco les sirve para construir arcos y flechas (igual que los
misquitos). Consumen contrario a los misquitos, en menor medida ajo,
cebolla, café, y té de varias hiervas.
El ganado mayor se vende localmente, se destaza o se lleva a vender a Wampusirpe
(comunidad mayoritariamente misquita); durante el verano, cuando baja el nivel
del rio, las reses son conducidas por las riberas de la Patuca. El viaje
a pie puede durar de tres a cuatro días. La posesión de ganado es un
indicador de riqueza; otra forma de riqueza es la posesión de cerdos, pero poca
gente se dedica a criarlos.
La indumentaria es típica campesina, tanto en los hombres como en las
mujeres. En épocas recientes, las mujeres tawahkas usaban refajo, un
lienzo listado y de vivos colores, lo suficientemente ancho como para dar
varias vueltas a la cintura y, tan largo, que llegaba a la cintura;
también usaban un forro de manta. El busto lo llevaba al descubierto
pero, a veces, usaban una camisa manga corta y escotada.
En la actualidad, los niños andan desnudos. El taparrabo estaba
hecho de tuno y los usaban indistintamente los varones y las niñas, además de
algunos ancianos.
Entre los tawahkas existía una especie de rito en el que, para
determinados acontecimientos, se pintaban la cara de acuerdo con las
circunstancias: viajar, sembrar, etc. Además, se pintaban las piernas y
brazos con una sustancia resinosa que los protegía de los insectos.
Esta práctica se usó hasta principios de los años setenta. Después
prefirieron usar de los productos que se obtienen en las farmacias.
Educación
El 96% de los pobladores son analfabetos y unos 387 niños se encuentran
en edad escolar. El analfabetismo entre las mujeres es mayor y alcanza un
100%. Aunque existen dos escuelas, una en Krausirpe y la otra en
Krautara, solo la escuela de Krausirpe funciona con regularidad. El
promedio de días lectivos en el año es de aproximadamente 103. La escuela
se encuentra cerrada la mayor parte del año. Muchos de los niños en edad
escolar no asisten a la escuela por las largas distancias que separan las
comunidades, las cuales solo pueden recorrerse por medio de pipantes.
En Krautara, la comunidad dispone de un maestro nombrado quien, después
de cinco meses de haber comenzado el año lectivo (1991), aún no se había
presentado a la comunidad. Otro aspecto importante es que la escuela de
Krausirpe, aunque cuenta con un edificio en regulares condiciones, un solo
maestro atiende tres grados y solo un 3% de los niños puede continuar sus
estudios hasta sexto grado o educación básica en Wampusirpe (comunidad
misquita). La mayoría de los niños, después de haber terminado su tercer
año de primaria, aún no saben leer ni escribir y, los que logran aprender,
después de algunos años son nuevamente analfabetos por falta de práctica.
La ancianidad entre Tawahkas de ninguna manera implica soledad y
desocupación.
Las personas de avanzada edad siguen dedicándose a sus labores
cotidianas en la medida que sus fuerzas lo permitan. La anciana Tawahka
tiene a su cargo la educación de los niños pequeños y ciertas labores
domésticas. Como la preparación parcial de alimentos y algunos trabajos
artesanales. Los hombres ancianos ocupan en la jerarquía civil y
religiosa del grupo un puesto que deben a su experiencia y sabiduría.
Son respetados y escuchados. Se disfruta de su compañía y se les
pide consejos.
Cuando un tawahka siente que las fuerzas lo abandonan y que resulta una
carga para su familia, se deja morir.
Muerte
Cuando un Tawahka muere, el cuerpo es llevado al cementerio con los pies
hacia adelante, el zukia o rezador dirige sus oraciones al difunto y
antiguamente, el zukia debía capturar el alma del difunto y conducir la hacía
su última morada; de lo contrario el alma erraba sin destino causando mucho
perjuicio a los pobladores. Para lograrlo se ponía a bailar alrededor de
un insecto y lo acercaba al muerto, invitando al alma a penetrar en el cuerpo
del animal. El zukia colocaba el insecto en un recipiente y lo liberaba
luego en la proximidad de la tumba, para que el alma pudiera entonces pasar el
animal al cadáver.
La pobreza Tawahka
La extrema pobreza de la comunidad Tawahka se refleja en los niños donde
la falta de centros educativos y la asistencia social del estado no llega a
estas regiones olvidadas casi por todos los gobernantes.
En la región no se hablan dialectos derivados de la lengua
Tawahka. En Honduras habitan aproximadamente entre 800 y 1000
individuos. Prácticamente está desapareciendo. Existen 7
poblaciones Tawahkas que se caracterizan por albergar hasta el 95% de la misma
familia. Muestran marcadas tendencias comunitarias, viven en miserables
condiciones sociales desprovistos de todos los servicios básicos; se
transportan en pipantes (canoas) sus viviendas son rusticas, utilizando bambú
levantadas sobre polines, sin divisiones internas.
El Aspecto Socio-Económico
Los tawahkas están estrechamente vinculados a la tierra. La principal
actividad económica que realizan es la agricultura de subsistencia. Esta
actividad está orientada al autoconsumo y para realizarla utiliza tecnología
tradicional. La dieta es complementada con la caza, la pesca y la
recolección de frutos estacionales. Toda la población se dedica al
renglón económico de la agricultura, incluyendo las mujeres y los niños.
Los tawahkas cultivan plátanos, malanga, guineo (banano), camote, yuca amarga y
dulce, caña de azúcar, ayote, frijoles, café. Todos estos productos son
cultivados en pequeña escala para el consumo familiar.
Las aldeas tawahkas están rodeadas por cientos de hectáreas de tierra libre
en condición de tierra nacional, sin embargo, ellos consideran que su propiedad
comunal se extiende a unas 77 hectáreas hacia el noroeste. Esta área está
localizada sobre la intersección de los departamentos de Gracias a Dios,
Olancho y Colon.
De la totalidad del are explotada para cualquier tipo de actividad de
subsistencia, solamente unas 37 Km., o sea el 4.8% del área total, están bajo
alguna forma de uso agrícola, incluyendo las parcelas en donde se cultivan
granos básicos, tubérculos y frutas, o que están en descanso (guamil).
La mayor parte de las tierras utilizadas por los tawahkas, un 95% del
área, sirve para actividades de caza, pesca o extracción de materiales de
construcción. Esta zona de subsistencia incluye aproximadamente 77,000
hectáreas, en las dos categorías: agrícola y uso extensivo.
Nunca ha existido un sistema de producción y mercadeo a gran
escala. Por ello es que estas comunidades no pueden competir en el
mercado productivo. Ecológicamente desempeñan una excelente función dentro de
su medio. El “shifting cultivation” es un sistema que han sabido
utilizar, lo que los convierte en un pueblo cuidadoso de su medio. Sus
técnicas de cultivo, aunque parecen muy primitivas, son capaces de producir la
alimentación necesaria para la población, además de un exiguo excedente.
Además, tienen la capacidad de aprovechar el ecosistema sin dañarlo.
Recientemente, el demógrafo norteamericano Peter H. Herlihy, colaborador
de MOPAWI y del Instituto Hondureño de Antropología e Historia IHAH), realizo
la delimitación de la zona que históricamente pertenece a los tawahkas.
La finalidad del estudio es garantizar que las tierras les sean devueltas
legalmente. En parte de estas tierras, principalmente cerca de las
riberas del rio Patuca, los tawahkas tienen sus parcelas agrícolas.
La producción global de granos básicos en el último año (1990), que no
se destina al consumo de personas y animales, se calcula en 20 cargas (40
quintales9 de fríjol y 100 quintales de arroz. Los mismos tawahkas hablan
de un fuerte decaimiento de la producción. En la mayoría de las
comunidades visitadas, los habitantes plantearon el problema de la escasez de
semilla, en el sentido de que por la falta de lluvia, en 1990, muchas de las
siembras se arruinaron. Este año, son pocos los que van a sembrar, lo que
procurar la carestía de productos el próximo año.
El trabajo agrícola lo realizan en los “trabajaderos”, por lo general, a
la orilla del rio. Algunas veces frente a las aldeas y otras rio
arriba. En algunas ocasiones, los trabajaderos se encuentran a
varios kilómetros de distancia de los poblados.
Entre otras cosas, las mujeres, al igual que los hombres, trabajan en la
siembra, la limpieza y la cosecha de los diversos productos. Parte de la
cosecha es vendida, a bajo precio, a los comerciantes misquitos y a los
intermediarios ladinos (coyotes) que llegan hasta las comunidades.
La región tawahka no cuenta con vías de comunicación efectivas. El
único medio de comunicación es el pipante. No hay pistas de aterrizaje, ni
tampoco una radio. Son comunidades aisladas, que solo disponen de tres
pipantes con motor, los que no siempre son usados pues, la mayor parte del año,
no disponen de combustible.
Los tawahkas tienen que viajar hasta Culmi (siete días por rio y a pie)
para comercializar sus productos, donde los truecan por sal, zapatos, ropa o
los venden para comprar dichos artículos. No existe una forma de comercio
justo; los tawahkas no conocen el verdadero precio de los productos.
Las causas que aíslan a los tawahkas del resto del país son: la
falta de carreteras u otro medio económico que comunique sus poblaciones con el
resto del departamento y del país. La única vía de comunicación es el
rio. En toda la región tawahka no hay vías de comunicación terrestre que
enlace una comunidad con otra.
En época de verano, la comunicación fluvial se interrumpe porque hay
partes del rio que no son profundas y obstaculizan la navegación.
En lo que respecta a la tenencia de la tierra, cada persona o familia
puede escoger la parcela que desee trabajar sin ser molestado por el vecino
pues, según su visión del mundo, se considera que la “tierra es para el que la
trabaja”. En todas las formas de trabajo, ya sea productivo o de
construcción (viviendas), se da el fenómeno conocido como “mano vuelta”, que
consiste en ayudarse mutuamente en la siembra y cosecha de los productos.
Asimismo, al nuevo poblador de la aldea que es aceptado por los habitantes,
recibe ayuda de estos. En otros tiempos, cuando la escasez era menor, a
los nuevos pobladores les regalaban semillas, cepa de plátano, guineos, madera
de yuca, etc., para realizar su siembra.
Las parcelas sembradas les permite contar con una (en los últimos años
reducida) cosecha para su alimentación y el excedente, que ahora es poco, es
destinado a la venta o al trueque.
En los años 30, muchos tawahkas realizaban actividades asalariadas en
plantaciones de banano, no muy lejos de sus comunidades. Fueron los
alemanes quienes tuvieron plantaciones bananeras en las vegas del rio Patuca.
La sede de la Compañía, cuyo nombre no se pudo obtener, estaba en Brus-Laguna y
el encargado radicaba en Brabilia (Boca de Carrizal). Esto duro hasta
poco antes de la Segunda Guerra Mundial. De estas plantaciones de banano
solo han quedado algunas matas en el monte, a orillas del rio Patuca.
La caza la realizan a nivel de subsistencia. Numerosas especies de
animales salvajes se encuentran en las cercanías de las aldeas, los que son
cazados con arco y flecha, arpón, trampas, rejones, rifles y escopetas.
También se capturan pavos y loros, los cuales se destinan a la venta, cuando
algún visitante los requiere.
La pesca la practican en ríos, canales y manantiales aledaños al
Patuca. Capturan peces, tortugas, camarones y cangrejos, utilizando
anzuelos, arpones y atarrayas hechas de bejucos y hierbas adormecedoras
(pate). Esta última práctica ya no se realiza abiertamente porque es
prohibida por la ley.
En los meses de verano, diariamente, las mujeres y los niños pescan con
anzuelo. Recorren los canales y los ríos en pipante, colocan una vasija
conteniendo hierbas o resina encendida en medio de la embarcación o en sus
extremos –proa y popa- para ahuyentar a los mosquitos. En cada pipante
(generalmente, cada familia posee uno) van dos o tres mujeres, quienes regresan
a sus casas a realizar otras labores domésticas, después de pescar lo
suficiente para el consumo diario.
En otros tiempos, “cuando todo era abundante”, la pesca de
tortugas, cangrejos, lagartos, etc., corría a cargo de los hombres, ya que para
ello se necesita introducirse en las pozas y meter las manos o pies en las
cuevas y balseras. Es difícil integrar a la gente a un proceso productivo
de pesca, pues en los últimos años el rio Patuca, que es la única fuente, ha
disminuido su potencial de especies.
Por otra parte, los tawahkas crían cerdos, gallinas, jolotes, patos y
ganado vacuno en pequeña escala.
Algunos tawahkas (hombres) se dedican al lavado de oro en las quebradas
y riachuelos aledaños a la desembocadura de los ríos Wasparasni, Pao, Lagarto y
otros.
En la región de la Patuca, en el departamento de Olancho, funcionan
empresas de capital norteamericano, por lo general no identificadas.
Estas empresas se dedican a la explotación aurífera; labor en la que ocupan
unos 15 trabajadores permanentes, incluyendo motoristas, operarios de bombas
seccionadoras de arena, con las que se explora el fondo del rio.
Los misquitos y tawahkas que trabajan con estas empresas reciben un
salario diario de 8 lempiras. El horario es de las 7 a.m. a los 12 meridianos
y de las 2 a las 5 de la tarde.
El trabajo consiste en destapar el succionado cuando se obstruye, para
lo cual los buceadores, desprovistos de tanques de oxígeno, se sumergen hasta
una profundidad de doce metros.
En algunos lugares, el oro se encuentra fácilmente y en cantidades
considerables. Según un joven tawahka durante quince días de lavado saco
más de dos onzas, en uno de los caños ubicados rio arriba.
Por su parte, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica ha realizado
mediciones del potencial hidroeléctrico del rio Patuca, mediante aparatos
especiales instalados en las cercanías de la aldea de Kurpa.
La extracción del látex se efectúa durante seis meses (de junio a
diciembre), los tawahkas y algunos misquitos se dedican a picar chicle (extraer
el látex) en las selvas cercanas a las márgenes del Patuca y montañas de
Olancho. En la actualidad, esta actividad no es rentable, pues no hay
compradores.
Alimentación
La dieta alimenticia de los Tawahkas está constituida por arroz,
guineos, plátanos y yuca; en algunos casos, carne de pescado, tortugas, huevos
de gallina, cangrejos, animales de monte (venado, jagüilla, quequeos y danto o
tapir) y, en menor proporción, carne de cerno y carne de res.
La influencia misquita en la alimentación se manifiesta con el guabul,
bebida preparada con plátano, chato o guineo maduro o verde cocido, que luego
machacan en calderos de hierro; luego, a la masa le agregan leche de coco, de
vaca o agua y azúcar, según las posibilidades familiares. Esta bebida la
consumen durante los tres tiempos de comida. También hacen guabul de una
fruta llamada mazapán y de pejivalle. También consumen pejivalle o sopa
cocida y preparan bunya, que es un plato hecho con yuca cocida, machacada, que
dejan fermentar por espacio de varios días, luego se envuelve en hojas de
plátano o bijao para su conservación. El sasal lo preparan con yuca
rayada, que envuelven en hojas de bijao o platino para conservarla; de esta
masa preparan tortillas, según se presenta la necesidad. La chicha es
otra bebida típica muy consumida por los Tawahkas; para su elaboración utilizan
diversos productos.
El Aspecto Organizativo
Los tawahkas no tienen una organización política centralizada como
grupo. En 1987 se constituyó la Federación Indígena Tawahka de Honduras (FITH),
con apoyo de CAHDEA y de MOPAWI. En la actualidad, la FITH es el único
organismo existente en la comunidad que persigue agrupar, representar y
defender los intereses de este pueblo indígena. A pesar que, desde 1987
recibieron ayuda organizativa y financiera por parte de CAHDEA, MOPAWI y,
recientemente, de organismos como la CCD, aun no logran superar sus
limitaciones: aislamiento, la incapacidad de los dirigentes de salir adelante
con sus proyectos, la falta de personal capacitado dentro de sus miembros,
etc. Estas circunstancias imposibilitan formular, planificar y presentar
proyectos e informes a los organismos nacionales e internacionales de
desarrollo. Los propios indígenas conocen las deficiencias de su
organización: “Una de las prioridades principales que muchos de nosotros vemos
de mucha importancia, es la capacitación de nuestros representantes.
Muchos rasgos originales de la cultura tawahka ya no existen y su legado
material y espiritual del pasado, que expresa el desarrollo social alcanzado,
ya no existe integro (si se toma en consideración a los tawahkas en su
totalidad: los de Honduras y de Nicaragua). En el caso de Honduras, el
inventario de rasgos culturales originales resulta exiguo y, por tanto, poco
definidor en su identidad.
Su Problema y Estratificación Social y Tenencia de la
Tierra
Puede afirmarse que, en términos generales, entre los tawahkas no existe
una estratificación y diferenciación social. Ellos conservan inalterables
los sentimientos solidarios e igualitarios. Quizá la influencia externa a
la que han sido sometidos revele alguna diferenciación social, pero en la
práctica son bastante solidarios. Entre los tawahkas los lazos familiares
son muy extensos. En Krautara, por ejemplo, un 90% de la comunidad está
emparentada.
Conservan inalterables las formas tradicionales del matrimonio.
Los padres determinan el futuro de sus hijos, mediante el acuerdo verbal entre
los padres cuando los hijos están aún en la niñez o en la adolescencia.
En tal sentido, entre las familias ocurre un acercamiento natural y una serie
de condiciones que posibilitan la prematura aspiración familiar. Llegado
el momento de la unión conyugal, se efectúan los preparativos, desarrollándose
una simple ceremonia de entrega, acompañada de consumo de chicha y de una
comida tradicional, conocida entre ellos como “comilona”.
Sin embargo, en casos excepcionales, se practica el matrimonio civil, el
que acostumbran muy poco, quizá por las dificultades que el mismo implica:
oneroso traslado a la cabecera municipal de Brus Laguna, de 8 a 10 días en
pipante por el rio, más las inclemencias de la naturaleza. En fin, ellos
prefieren sus hábitos tradicionales de desposamiento.
El recurso más importante para la supervivencia de los tawahkas es la
tierra donde viven y el bosque que la puebla.
El territorio tawahka fue declarado como reserva ecológica (Biosfera de
Rio Plátano) y los indígenas han sabido convivir con su medio.
El problema que se presenta es el de la migración campesina hacia esa
zona, ya que estos grupos mantienen costumbres incompatibles con la naturaleza
de la zona, las que acarrearan consecuencias desastrosas para el medio
ambiente.
Cientos de hectáreas de tierras, a uno y otro lado del rio, se
encuentran libres en calidad de tierra nacional, pero los tawahkas consideran
que su propiedad comunal se extiende unas 14 caballerías hacia el norte y,
tradicionalmente, han tenido la libertad de escoger la parcela de tierra
que desean cultivar, sin ningún obstáculo”.
Por otra parte, quiérase o no, por la influencia foránea, a la que no
han podido oponer resistencia, poco a poco, las comunidades experimentan una
transformación hacia una economía campesina. En otras palabras, están
pasando de una economía autárquica y comunal a una economía de carácter individual,
cuya unidad productiva la constituye la familia nuclear. Este es un
proceso largo, no se ha dado de golpe.
En términos jurídicos, el tipo de tenencia no está del todo definido;
pero en términos geográficos ya se ha logrado una demarcación. La región se
caracteriza por carecer de ceros limítrofes. Algunos campesinos ladinos
han cercado tierras que, según ellos, “les pertenecen”, lo que ha valido para
que el INA asuma el problema con preocupación.
Orientación Productiva
El cacao, la madera y la extracción de oro son sus fuentes principales
de ingresos. Para algunos, el ingreso anual es de 600 lempiras, si se
dedican a vender madera y cacao. Por otra parte, cuando se necesita del
azúcar y la manteca, se recurre al trueque por productos como madera, cacao e,
incluso, pájaros (loras y pericos).
Algunos indígenas se quejaban del escaso rendimiento (en los últimos
años) de la producción de cacao y maíz por la falta de fertilizantes, las
plagas y los fenómenos naturales.
El uso de la tierra varía según las necesidades. Acostumbran
sembrar granos básicos: arroz, frijoles, leguminosas, tubérculos, etc.
El área de cultivo es variable y depende de sus necesidades y de su
voluntad de trabajar. Además, depende del número de miembros de una
familia.
El volumen de producción es bajo; generalmente, solo producen para el
consumo y, si hay un excedente, se vende a comerciantes intermediarios.
Según conocedores, las tierras en que se localiza este grupo son de vocación
agrícola y forestal; debida a la alta pluviosidad, su rendimiento es óptimo y
se podrían lograr tres cosechas por año.
El pequeño productor tawahka, es aquel que produce un excedente de
producción comercializable de café, maíz, frijoles o arroz, pero nunca maneja
grandes cantidades y su vinculación con las empresas agro exportadoras no es
directa, ya que no tiene capacidad para transportar sus productos.
El tawahka solo trabaja o cultiva para su subsistencia y, por su poca
capacidad productiva, se ve obligado a jornalear para el ladino, para el
terrateniente ladino y para el indio (por lo general, misquitos) pequeño
productor; gana salarios irrisorios y su trabajo e eventual.
Otros Datos De Los Tawahkas
Los Tawahkas son la etnia más pequeña de Centroamérica con apenas 805
personas, viven en condiciones de extrema pobreza, conviven en un entorno
ecológico de bosque tropical húmedo que es el de mayor biodiversidad de la
región y se encuentran amenazadas como etnia por el avance de los ladinos a
través de distintas fuentes de colonización y por las relaciones Inter. Étnicas
desiguales con los misquitos, que son el grupo dominante en la zona.
Después de haber sido en tiempos pasados el grupo indígena más numerosos
y extendido de la zona, el pueblo Tawahka se ha visto redujo en pequeños
poblados. No obstante, conservan su lengua, su cultura y una posición
estratégica en uno de los bosques tropicales más importantes de Centroamérica.
La reserva de la biosfera Tawahka Asangri comprenderá 233,000 hectáreas
de bosque tropical en el centro del cual se encuentran las comunidades
Tawahkas, que recibirán de parte del estado la responsabilidad de su cuidado y
manejo. El proyecto de decreto para la creación de esta reserva se
encuentra para su aprobación en el Congreso Nacional de Honduras.
En la actualidad, lo que se haya en juego por tanto, es la supervivencia
de los Tawahkas como pueblo, de su lengua, de sus modelos de vida, de su saber
tradicional, de sus cosmovisiones y del entorno ecológico en el que han
convivido históricamente.
Poblados Tawahkas
En la parte de Honduras, existen de 800 a 1000 Tawahkas, aunque es
imposible precisar un numero exactos pues desde 1974 no se han efectuado censos
poblacionales sobre las comunidades indígenas del país. Los datos que
presentamos son aproximados. En total estimamos que su número (los de
Nicaragua y Honduras juntos) es de 14,000 aproximadamente. Sin embargo,
las siete comunidades que constituyen este grupo en Honduras son: Krausirpe,
Krautora, Dimikian, Yapuwas, Kamakasna, Wasparasni y Santa Martha, albergan 704
personas, distribuidas de la siguiente manera.
Pueblo
|
No de casas de población
|
Krausirpe
|
58,390
|
Krautara
|
10,110
|
Dimikian
|
440
|
Yapuwas
|
632
|
Kamakasna
|
557
|
Wasparasni
|
210
|
Santa Martha
|
865
|
total
|
93,704
|
Los poblados Tawahkas son materialmente pobres; desprovistos de
servicios públicos y rodeados por extensas zonas selváticas. La única
forma de comunicación es por medio de pipantes (una especie de canoa), los
viajes en pipantes pueden durar de tres a cuatro días, para poder comunicarse
con Ahuas y Barra Patuca.
Mito sobre el origen de los sumos o Tawahkas
Entre el Río Patuca y el Río Coco está una montaña llamada Kaunapa,
donde se encuentran rocas que llevan dibujos de cordones umbilicales humanos.
Allá nacieron los indios en tiempos antiguos, allá está el origen del pueblo.
Había un Gran Padre llamado por los sumos Maisahna, que quiere decir que
nos ha rajado o parido; y una Gan Madre llamada Ituana. Dicen que esta última
es la misma que Itoki, así llamada por los Tawahkas, que significa madre
alacrán. De esta pareja nacieron los Tawahkas, los Misquitos y los Yusku, que
vivieron en los ríos Prinzapolka y bambina. Pero los yusku acabaron por ser
perversos, cometiendo impudicias; y por eso los sumos les hicieron guerra y los
mataron, con excepción de un pequeño resto que ahora vive, como dicen en alguna
parte cerca de los españoles, por donde nace el río Wanki o Coco. Los sumos
vivieron a lo largo de los ríos y en la montaña; eran muy salvajes hasta que el
rey Mosco se enteró de ellos. Envió a buscarlos y los apresó. Llevaban el pelo
largo, hasta las rodillas, y tenían muchos piojos. El rey los lavaba con jabón
y así se encariñó con ellos y los guardó consigo.
Los Tawahkas: El
pueblo Indígena Hondureño más pequeño, casi en desaparición
Son trilingües, ya que hablan el tawahka (su lengua
materna), el misquito y el español. Habitan la zona del río Patuca Medio, entre
los departamento de Olancho y Gracias a Dios. Constituyen el pueblo
indígena hondureño más pequeño, actualmente son cerca de 1600 pobladores
autóctonos que habitan las comunidades de Krausirpi, Krautara, Krauquira,
Yapuwas, Kamakasma, Parawas, Parawasito y Kungkungwas. .
La mayoría de ellos viven en la aldea más
grande Krausirpi, ubicada en la margen del río Patuca y en el corazón de
la Reserva de la Biosfera Tawahka Asagni. Conservan elementos de su propia
cultura que los hace distinguirse como pueblo indígena. Entre estos elementos
se encuentra la lengua, sus relaciones sociales y sus características de
producción y de mutua solidaridad. El primer contacto que tuvieron con los
españoles fue en el año de 1604.
Los poblados tawahkas
pobres; desprovistos de los servicios de agua potable, luz eléctrica,
servicios sanitarios y rodeados por extensas zonas selváticas.
|
Eran uno de los grupos indígenas más extensos de
Centroamérica durante el periodo colonial, desde el río Patuca en Honduras, a
través de la sierra central de Nicaragua, hasta el río Rama en el vecino país.
Fueron el grupo dominante en esta zona por lo menos cuatro siglos. Tienen
parentesco cercano con los misquitos.
Hay muchos rasgos socioculturales que los asemejan y la lengua es uno de esos elementos.. Aunque los Tawahkas habitan esta zona desde hace ya varios siglos, Krausirpi, la principal aldea Tawahka, fue fundada en 1938 por el último cacique Tawahka (Claudio Cardona).
Hasta 1948, el principal asentamiento Tawahka era Yapuwas, caserío que abandonaron debido a una peste que diezmó la población sumado a las presiones ejercidas por autoridades y grupos de poder de aquel entonces en Olancho.
Hay muchos rasgos socioculturales que los asemejan y la lengua es uno de esos elementos.. Aunque los Tawahkas habitan esta zona desde hace ya varios siglos, Krausirpi, la principal aldea Tawahka, fue fundada en 1938 por el último cacique Tawahka (Claudio Cardona).
Hasta 1948, el principal asentamiento Tawahka era Yapuwas, caserío que abandonaron debido a una peste que diezmó la población sumado a las presiones ejercidas por autoridades y grupos de poder de aquel entonces en Olancho.
LA LUCHA DEL PUEBLO TAWAHKA
Lorenzo Tinglas Maldin, presidente de la
Federación Indígena Tawahka de Honduras (FITH) explica que la misma fue
organizada el 21 de septiembre de 1987, en la comunidad de Krausirpi, Es
la primera organización política de los Tawahkas, y asume la representación
política de este pueblo indígena. Sus principales objetivos son desarrollar la
conciencia cultural y fortalecer la unidad de los miembros del pueblo Tawahka y
consolidar los lazos de hermandad con los otros grupos étnicos -pueblos
indígenas del país.
Luchar para que se haga efectivo el artículo 346 de la Constitución de la República (Decreto No 131 de la Asamblea Nacional Constituyente) que literalmente dice: “Es deber del Estado dictar medidas de protección de los derechos e intereses de las comunidades indígenas existentes en el país, especialmente de las tierras y bosques donde estuvieren asentados”.
Luchar para que se haga efectivo el artículo 346 de la Constitución de la República (Decreto No 131 de la Asamblea Nacional Constituyente) que literalmente dice: “Es deber del Estado dictar medidas de protección de los derechos e intereses de las comunidades indígenas existentes en el país, especialmente de las tierras y bosques donde estuvieren asentados”.
La
única forma de comunicación es por medio de pipantes. Los viajes pueden
durar de tres a cuatro días.
|
Otros objetivos por los que lucha esta organización
son: bogar por la protección y desarrollo de los grupos étnicos – pueblos
autóctonos y por la creación de entidades nacionales en las que tengan
representación directa. Asegurar el espacio (tierra y demás recursos naturales)
que históricamente pertenecen al pueblo Tawahka. Recuperar la memoria
etnohistórica para fortalecer la identidad étnica de este pueblo y
contribuir a la formación de una autentica conciencia histórica y social.
Revalorizar y fortalecer el lenguaje (la lengua) Tawahka a través de la
educación y difusión bilingüe y bicultural; así como, promover el
mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades miembros en
coordinación con los organismos nacionales e internacionales.
Señala el dirigente tawahka que “Después de sufrir una
invasión masiva en 1989 por parte de grandes ganaderos y militares, la mayor
parte de ellos procedentes de Olancho, iniciamos la lucha para asegurar
nuestros derechos sobre los territorios tawahkas. Logramos que el Estado
de Honduras protegiera legalmente esta área, como la Reserva de Biosfera
Tawahka Asagni con el Decreto Legislativo 157-99 publicado en La Gaceta
en Diciembre 21 de 1999.
Es el último hogar de las comunidades étnicas Tawahkas
, con una extensión legalmente protegida de 252,079.18 de hectáreas, ubicadas
entre los municipios de Dulce Nombre de Culmì y Catacamas, Departamento de
Olancho y Brus Laguna y Wampusirpi, Departamento de Gracias a Dios “ .
En 1997, según indica Tinglas Maldin, el Instituto
Nacional Agrario (INA) les otorgó 4 títulos comunales, pero actualmente se han
reducido estas tierras en un 50 por ciento, debido a la invasión de los
ganaderos, terratenientes y coroneles que encabezan el frente de colonización
en esta frontera agrícola.” Estamos en la lucha ante estos grandes
terratenientes que están en el Congreso Nacional y en las Fuerzas Armadas. Hay
un grupo de estos invasores que propugna por dejar fuera del área legalmente
protegida toda la parte correspondiente al Departamento de Olancho.
Avance de los descombros
que provocan los terratenientes, ganaderos y campesinos ladinos en las selvas
del Río Patuca.
|
Estas gentes no viven en la zona, ni tan siquiera
conocen el río. Por manos de otros están haciendo esta invasión. Por ello le
demandamos al presidente Zelaya Rosales, que nos cumpla con su promesa de proteger
al pueblo y territorio tawahka, que somos el grupo indígena minoritario,
más amenazado y desprotegido del país. Con este frente colonizador están
matando nuestra rica cultura, destruyen los ecosistemas y desalojan nuestras
comunidades. También ya están asesinados nuestros líderes y a otras
personas que apoyan nuestras luchas. Si el gobierno no cumple con esta
responsabilidad, vamos a demandarlo internacionalmente”, dice el presidente de
la FITH.
Mario José Sánchez, poblador de la comunidad tawahka de
Yapuwas, indica que el 15 de septiembre del 2007 asesinaron a Mario Guifarro un
ambientalista que trabajaba con el Instituto para la Cooperación y
Autodesarrollo (ICADE), en la delimitación y demarcación de los límites de la
reserva Tawahka, para mejorar su protección y manejo, porque en los últimos
años ellos han estado sufriendo la invasión de ladinos y ganaderos en sus
tierras. Tanto esta ONG como otras instituciones que habían estado trabajando
en la zona en proyectos de protección ambiental y desarrollo social para las
comunidades, se han retirado a raíz de los problemas de inseguridad y
amenazas.”
Pedimos al gobierno que nos proteja y brinde seguridad
en la zona, lo mismo que garantice nuestro derecho a las propiedades y tierras
ancestrales que siempre hemos tenido y que ahora está en peligro” dice Sánchez.
Dorila Martínez, lideresa del grupo de mujeres de la
comunidad Krausirpi, en el Municipio de Wampusirpi indica que los principales
problemas que tienen es la invasión de los ganaderos y la falta de trabajo.”
Antes que no nos habían invadido, pescábamos, cazábamos, salíamos a trabajar
para cultivar nuestros alimentos y ahora más bien estamos amenazados. Y las
autoridades no hacen nada para ayudarnos” asegura Dorila.
Amanecer
con bruma de invierno en la comunidad de Krausirpi, a orilla del Río Patuca.
|
Además indica que las mujeres y los jóvenes ya
planificaron proyectos alternativos como un centro para atender los
visitantes, un comedor indígena, guías eco turístico y un centro-taller para
elaborar artesanías con madera de la zona. Para ello ya están coordinando apoyo
con el proyecto Corazón de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente
(SERNA)
Edgardo Benítez, otro dirigente tawahka y del grupo Alianza Verde, explica que el 20 de octubre de 1994, se constituyó la Asociación Asang Launa (AASLA),reconocida legalmente mediante Decreto 210–97 de 1997.. El Articulo 1 de su Estatuto define su principio en: “Créase con la finalidad de contribuir al manejo y conservación a perpetuidad de la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni, como una organización civil, privada, apolítica, sin fines de lucro, de interés público, de duración indefinida, con personalidad jurídica”… Sin embargo actualmente no está funcionando.
Edgardo Benítez, otro dirigente tawahka y del grupo Alianza Verde, explica que el 20 de octubre de 1994, se constituyó la Asociación Asang Launa (AASLA),reconocida legalmente mediante Decreto 210–97 de 1997.. El Articulo 1 de su Estatuto define su principio en: “Créase con la finalidad de contribuir al manejo y conservación a perpetuidad de la Reserva de Biosfera Tawahka Asangni, como una organización civil, privada, apolítica, sin fines de lucro, de interés público, de duración indefinida, con personalidad jurídica”… Sin embargo actualmente no está funcionando.
Benítez, resume los principales problema de este
pueblo indígena como. Amenazas a los dirigentes por habitantes del frente de
colonización; Acelerada pérdida y reducción del territorio y recursos
naturales de la Biosfera Tawahka Asangni.; Déficit de información de las
grandes amenazas y del trabajo de los dirigentes en las comunidades; Violación
de los derechos colectivos del pueblo Tawahka ; Amenazas por megaproyectos;
represas, petróleo, agro combustibles, bases militares, carreteras, entre
otros; Inseguridad y falta de soberanía alimentaria, incluyendo la introducción
de cultivos transgénicos; profundización de la pobreza y el hambre en las
comunidades.; exclusión de jóvenes y los ancianos en los procesos políticos,
débil participación de la mujer en procesos políticos, alta vulnerabilidad
ambiental; y la propagación de enfermedades desconocidos en la zona
APOYO PRIORITARIO
Representantes de las
comunidades tawahkas de Honduras, en un reciente encuentro para analizar sus
problemas y la plataforma de lucha que seguirán.
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Juan Pablo Suazo Euceda, director para Honduras del
proyecto Reserva de Biosfera Transfronteriza “Corazón del Corredor Biológico
Mesoamericano” que ejecuta en esta área del país la SERNA, explica
que con instrucciones directas del ministro Tomás Vaquero Morris el apoyo al
pueblo Tawahka es prioritario dentro de las acciones de este programa, lo mismo
que procurar el mejor manejo y protección de la Reserva Tawahka Asagni.
Para ello ya se inició el apoyo financiero y técnico a
proyectos comunitarios de corto plazo y se coordinan esfuerzos con las
organizaciones indígenas representativas para mejorar los planes de manejo, la
demarcación del área legalmente protegida, el saneamiento, legalización y
titulación de sus tierras comunitarias, todo ello en acciones conjuntas con
otros entes gubernamentales.
Este proyecto apoyará los esfuerzos de los
tawahkas durante los próximos 5 años, con una amplia participación y
socialización con este y otros grupos indígenas de la zona de influencia
del proyecto Corazón, explicó Suazo Sauceda.
del proyecto Corazón, explicó Suazo Sauceda.
CONCLUSIONES
En la realización de este
informe tuve la oportunidad de leer la historia, biografía y su problema social de dos de las tribus que
están prácticamente en el olvido en nuestra geografía nacional, dos tribus que
forman parte de la historia de nuestro país Honduras, esas tribus son LOS PECH
Y LOS TAWAHKAS O SUMOS.
Pude investigar sus formas
de vida, sus culturas, su lenguaje autóctono, viendo asi la importancia que
tienen estas tribus en el país, tristemente como anteriormente dije están en
total abandono por parte de las autoridades a través de los años.
Estas tribus sobreviven
gracias a que cultivan en las tierras donde habitan, pero en algunas partes
donde habitan solo sobreviven con un tiempo de comida, pocas veces las
autoridades gubernamentales han ayudado a estos habitantes.
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